Hoy en día la competición esta
presente en la mayoría de artes marciales. Ante esta realidad encontramos
opiniones a favor y en contra.
Por un lado, los que están a
favor argumentan que es una buena manera de poner en práctica lo aprendido
durante las clases, fomentar el espíritu de superación con uno mismo y con los
demás y por qué no, hacer nuevas amistades (dentro del tatami rivales, fuera
amigos).
Por otro lado, algunos Maestros
opinan que realizar competiciones en las artes marciales desvirtúa estas y hace
que pierdan la marcialidad y el do que las caracteriza.
Otro motivo que alegan es la
creencia de que en el caso de presentar alumnos a una competición y que éstos
no alcancen un pódium o logren grandes triunfos, su nombre como Maestro o la
imagen de su club quedará desprestigiada
Bajo mi punto de vista, como
competidor que soy, opino que la competición no perjudica a las artes
marciales, sino que las enriquece. Cierto es que también respeto a los que no
quieren competir por unos motivos u otros, para gustos los colores…
Gracias a las competiciones he
obtenido una motivación extra al practicar tanto kárate como jiu-jitsu; he
hecho amistades, he aprendido a respetar al rival, aprender a encajar las
derrotas y más importante aun: saber ganar. A pesar de haber vencido al rival
hay que seguirle mostrando respeto, porque de todo se aprende, y en ese
combate, aunque haya sido el que mas fácil en tu carrera deportiva, lo creas o
no has obtenido experiencia.
Y por último tenemos la opinión
de aquéllos que piensan que una competición en la que no existe un contacto
duro no resulta útil a la hora de ponerlo en práctica en caso de defensa
personal real en la calle. Es cierto que todos sabemos pegar, pero lo que es
realmente difícil de aprender es controlar nuestra potencia y nuestros golpes,
dejarlos en el sitio y a la distancia milimétrica que queremos, demostrar un control exacto y
que de proponértelo, un impacto potente hubiera sido inevitable.
Además, con la competición nos
incentivamos a desarrollar nuestro
físico al máximo con el fin de obtener una mayor resistencia, fuerza y agilidad
en los futuros combates. Y que decir de la importancia de la estrategia, donde
con el tiempo y la práctica obtenida a través de numerosas competiciones hace que consigamos actuar con sangre fría sin
importar los nervios, el rival que tengamos delante o el resultado. Un buen uso
de la estrategia nos ayuda a plantear mejor el combate y nos puede aportar la
victoria ayudándonos a utilizar mejor nuestros recursos.
Para finalizar, enfatizaremos
sobre la idea de que la competición nos ayuda a demostrar no a los demás, si no
a nosotros mismos, lo que hemos aprendido y lo que somos capaces de hacer.
Aitor García Rus
KARATE
Monitor Técnico Deportivo Homologado Nivel I
C.N. 1er Dan de Karate
JIU JITSU
Monitor Técnico Deportivo Homologado Nivel I
C.N. !er Dan de Jiu Jitsu
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