En la edad escolar, los deportes de
combate ocupan un lugar destacado por la gran cantidad de practicantes
existentes, por ser divertidos y porque son recomendados por padres, maestros, médicos
y psicólogos para trabajar la psicomotricidad, la disciplina, la capacidad de
sacrificio,… En este artículo trataremos de conocer en qué consisten estos
deportes y cómo entrenarlos en la infancia.
Los deportes de combate, por lo general,
son un tipo de actividad física basada en las formas de defensa del ser humano.
En el contexto del deporte escolar, se transforman en un juego en el que se
enfrentan dos adversarios y cuyo objetivo es vencer al contrario basándose en
unas reglas. Estas reglas son utilizadas por un árbitro para dirigir el
encuentro y conseguir que sea un duelo deportivo y no una simple “pelea
callejera”. Se clasifican en tres tipos (Parlebás, 1988): aquellos en los que
se compite en distancia media, que usan un arma
con la que tratan de tocar al oponente, como la esgrima o el kendo; los
de distancia reducida en los que se busca tocar o
golpear al contrario con nuestras manos y nuestros pies, como el boxeo o el
taekwondo; y aquellos en los que se lucha en unadistancia casi nula,
agarrando al adversario para intentar tirarlo, levantarlo o inmovilizarlo, como
el judo o la lucha.
Su entrenamiento es muy completo,
trabajando diversas capacidades físicas, psicológicas, sociales y, sobre todo,
capacidades técnicas, tácticas y estratégicas. Estos diferentes aspectos del
entrenamiento no son independientes sino que tienen una estrecha relación entre
sí. Por ello, un buen entrenador intentará mejorarlos todos, ya que el descuido
de uno puede afectar a todo el conjunto.
Técnica
El entrenamiento de la técnica en los
deportes de combate busca dos objetivos fundamentales. El primero, la eficiencia mecánica, es propia de los deportes
individuales como por ejemplo el atletismo. Se trata de realizar el gesto
deportivo con el mínimo esfuerzo, con más velocidad, más fuerza y menos fatiga.
El segundo objetivo es la eficiencia táctica, es decir, ocultar nuestras
intenciones al adversario para que no pueda anular nuestros ataques. Para
sorprender al contrario, la técnica, además de ser rápida, debe ser imprevisible.
Esto se logra de dos maneras fundamentales: usando una gran variedad de
ataques, para que no pueda adivinar cuál será el próximo y haciendo el inicio
de la técnica similar al inicio de otros ataques, para que no pueda reaccionar
hasta el último momento. Llegar a un alto dominio de la técnica no es fácil, se
consigue repitiendo el gesto cientos de veces hasta automatizarlo. Este proceso
es más efectivo si se varía la forma en la que se realiza el gesto, utilizando
diferentes medios de entrenamiento. Por ejemplo, para mejorar un golpe de
pierna en kick-boxing se debe practicar al aire, delante del espejo, con un
compañero, golpeando al saco o a las manoplas y, cómo no, dentro del combate.
Táctica
La táctica es el uso de la técnica más
apropiada en el momento preciso, se busca reaccionar correctamente en cada
situación del combate. Su entrenamiento debe ir de la mano del entrenamiento
técnico, lo ideal es aprender paralelamente la realización de una técnica y su
uso en competición. En un combate es fundamental ocultar nuestras intenciones
al adversario para que no pueda anular nuestro ataque, y del mismo modo,
interpretar los movimientos y gestos del adversario para anticiparnos a sus
movimientos, reaccionando correctamente. Para poderse anticipar, los deportistas
expertos han desarrollado esa capacidad de percibir las intenciones del
contrario, es lo que en los deportes de equipo se conoce como “visión de
juego”. La percepción y la toma de decisiones se deben entrenar del mismo modo
que la técnica. El deportista aprenderá a dirigir su mirada para percibir la
información relevante y así elegir a tiempo la respuesta más adecuada, puesto
que si se reacciona tarde, el adversario ya nos habrá puntuado.
Estrategia
Un tercer aspecto a entrenar es la
estrategia, que es la preparación del combate antes de éste y en el transcurso
del mismo. Para ello debemos tener en cuenta nuestras características y las del
oponente: antropométricas (la altura, el peso, etc.), capacidades físicas y
psicológicas, técnicas preferidas, puntos débiles y todos los aspectos que nos
puedan ser útiles en el combate. Con toda esa información se plantea una
estrategia: defensiva, ofensiva, contraofensiva, etc. que podrá ser cambiada
durante el combate. La estrategia debe entrenarse conjuntamente con la táctica
y la técnica, siendo a veces inseparable. El deportista debe ir aprendiendo a
manejar los diferentes determinantes del combate como:
- el espacio, si está en el centro
de la pista (tatami, cuadrilátero) o puede salirse;
- la distancia que le separa del
adversario;
- el tiempo que queda hasta el
final del combate;
- el marcador, si gana o pierde;
- el reglamento, qué está
permitido y qué está prohibido;
- y todos los aspectos propios de
cada deporte.
Manejar tanta información mientras se
compite no es fácil, requiere mucho entrenamiento y adaptación a largo plazo.
Preparación física
En los deportes de combate es primordial
el entrenamiento de las capacidades físicas. Estos deportes requieren acciones
rápidas y explosivas (fuerza-velocidad), siendo más importante la velocidad en
los de distancia media (esgrima) y la fuerza en los de distancia casi nula
(lucha). Así, la velocidad se trabaja desde la iniciación deportiva. Por su
parte, el entrenamiento de fuerza debe estar adaptado a la edad biológica del
deportista. En cuanto a la resistencia: el combate suele ser corto e intenso,
de modo que la resistencia anaeróbica es muy importante, aunque también es
fundamental la capacidad aeróbica para aguantar los entrenamientos y la recuperación
entre combates. El entrenamiento de la resistencia a estas edades se realiza
por medio de juegos y ejercicios técnicos y tácticos, trabajando la resistencia
general del deportista. Por último, la flexibilidad dependerá de cada deporte,
por ejemplo, en los que se ejecutan golpes de pierna, como karate o taekwondo,
la flexibilidad de cadera se entrenará a diario.
Preparación psicológica
Por último, resaltamos el aspecto
psicológico y emocional que acompaña a estos deportes. En un combate el deportista
no tiene compañeros, sino que se debe enfrentar en solitario a su oponente.
Además, un fallo puede hacer que pierda el combate y sea eliminado de la
competición, o que reciba un golpe. Esto hace que el grado de tensión a
soportar sea muy alto. El deportista debe prepararse para estas emociones, e ir
acostumbrándose poco a poco a situaciones cada vez más estresantes. Quien lo
consiga habrá aprendido mucho sobre el autocontrol, y esto le será útil para
cualquier situación de su vida.
Otro aspecto importante es el respeto al
adversario en esa situación de estrés. Esto se trabaja desde los
entrenamientos, ya que necesitamos a un compañero que nos ayude a mejorar
(colaboración) y al mismo tiempo sea un adversario a quien vencer (oposición).
Además, paulatinamente se irán mejorando la capacidad de esfuerzo y la
llamada “fortaleza mental”, necesaria tanto para los deportes de combate como
para el resto de deportes y para la vida en general. Como hemos visto, el
entrenamiento de los deportes de combate es muy complejo. Por ello, debemos
confiar esta labor a profesionales capacitados para ello, que conozcan en
profundidad el deporte y el desarrollo evolutivo de los niños y las niñas.
Deberán conocer también los métodos de entrenamiento más apropiados para esa
edad. que tendrán un carácter fundamentalmente lúdico. Se trata de trabajar
técnica, táctica, estrategia, preparación física y psicológica a través de
juegos propios de cada deporte. Con todo esto, el éxito está asegurado y
conseguiremos un desarrollo armónico de todas las capacidades de nuestros
escolares.
C.N 5º Dan de Karate
C.N 1er Dan de Judo
C.N. 1er Dan de Kick Boxing
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